¿Sigue mereciendo la pena comprar un coche diésel en 2023? Depende del uso que hagas de él. Te damos tres motivos para comprar uno y otro para pensarlo.

De ser los más apreciados a ser denostados. Esta ha sido la evolución de los coches diésel desde mediados de los años 90 hasta hoy, aunque todavía sigue habiendo usuarios interesados en este tipo de mecánica. Por ello, te damos tres motivos para comprar un coche diésel en 2023 y otro para pensarlo.

La demanda del diésel ha caído de manera extraordinaria en los últimos años. Las razones son más que sabidas: por un lado, las críticas amparadas en criterios ambientalistas procedentes de las autoridades políticas, sobre todo, a raíz del escándalo de Volkswagen en 2015; por otro, el auge de las mecánicas electrificadas.

En los últimos años, diferentes autoridades en Europa, ya sean municipales, regionales o nacionales, han anunciado planes para restringir el uso del coche diésel a medio plazo, lo que ha hecho que muchos conductores se planteen si merece la pena o no comprar uno.

Lógicamente, la compra de un vehículo supone una inversión importante y nadie está dispuesto a tirar el dinero, comprando un coche que, quizás, no pueda darle uso a cinco o seis años vista.

En cualquier caso, nos preguntamos: ¿merece la pena comprar un coche diésel en 2023? Hay tres razones para hacerlo y una para pensárselo.

1 Consumo de combustible

Este es el primer motivo por el que alguien piensa en la compra de un coche diésel. Con respecto a los de gasolina, los coches diésel tienen un consumo claramente inferior en cuanto a litros cada 100 kilómetros.

Esto hace que sean vehículos muy apropiados para quienes realicen distancias largas a menudo, porque sale más económico, aunque de esto hablaremos más adelante.

Es cierto que ahora el litro de gasóleo es más caro que el de gasolina, pero no sabemos si esta tendencia se mantendrá para siempre o volverá a ser más barato, como ha ocurrido siempre.

En cualquier caso, el consumo siempre será menor.

2 Autonomía

Al tener un bajo consumo, los coches diésel ofrecen un rango de autonomía mayor que otro equivalente de gasolina o, incluso, de gas, lo cual es muy ventajoso si vas a usar el coche para hacer muchos kilómetros al año, especialmente, por carretera y autovía.

Precisamente por esto, los coches diésel son ideales para aquellos usuarios que van a transportar mucha carga de personas o mercancías o que van a cubrir desplazamientos largos con frecuencia.

3 Contaminan menos

El tercer motivo para comprar un coche diésel en 2023 tiene que ver con criterios medioambientales. Sí, puede parecer contradictorio, pero los actuales vehículos con motor diésel son más respetuosos con el medio ambiente que los equivalentes de gasolina y, según el tipo de uso, que los híbridos.

Un motor diésel contamina mucho más que otro de gasolina, pero la industria del automóvil ha trabajado tanto en este aspecto en los últimos 20 años, que se han invertido los papeles.

Gracias a las tecnologías que equipan los coches diésel modernos (válvulas EGR, filtros antipartículas, catalizador SCR con AdBlue…), han conseguido reducir muchísimo las emisiones de CO2 y NOx. Otra cosa es que, precisamente, debido a todas esas tecnologías, estos coches sean menos compatibles para circular por ciudad, pero ese es otro cantar.

Una razón para no comprar un coche diésel en 2023: restricciones en ciudad

A pesar de lo dicho anteriormente, el diésel está en la diana. Ya sea por convencimiento, ignorancia o por conveniencia política, los coches diésel son los primeros en sufrir las restricciones a la circulación planteados en algunos municipios.

No obstante, la tendencia es que a los coches diésel se sumen también los de gasolina. Ya existen planes como Madrid 360 que establecen zonas de bajas emisiones por las que no pueden circular los coches de combustión cuando hay episodios de elevada contaminación.

Estas ZBE serán obligatorias a partir del 1 de enero de 2023 en todos aquellos municipios con más de 50.000 habitantes.

Técnicamente, los coches diésel no son recomendables para hacer un uso preferentemente en ciudad, ya que tardan más en alcanzar la temperatura óptima del motor, pueden requerir más tiempo también para enfriarse y toda la tecnología para reducir las emisiones acusan más el desgaste.

Fuente: www.autobild.es